jueves, septiembre 07, 2006

Fallo y Acción Anti-Capitalista

El Margen XXX.


1.- Ejército Industrial de Reserva
Una Colaboración de La Tecla Indómita
El ejército industrial de reserva (eir) forma parte del proletariado, aunque por sus funciones dentro de la relación capitalista, hace las veces de una contradicción frente a la clase obrera en activo (coa). Gracias al eir, la coa tiene que incrementar hasta lo inhumano su intensidad en el trabajo; en las mismas ocho horas le arrancan 16 de hace medio siglo, se le va la vida más rápido.


Lejos de servir para liberar al trabajo, la productividad capitalista lleva la intensidad y el desgaste obreros hasta el límite. Mientras otros piensan en gobernar hasta los noventa, el ciclo de la vida de los obreros ocurre en un santiamén. El capital es la lucha por racionalizar la dominación del trabajo ajeno y esto es la obsesión por el tiempo. La intensidad de trabajo rompe los límites del tiempo, los hace relativos al gasto de energía social, a la velocidad.


Ocurre pues lo que observa Christian Marazzi en El sitio de los calcetines, que unos pocos trabajadores ocupan dos o tres plazas a distintas horas del día --y a veces yuxtapuestas--, mientras un número cada vez mayor la hace de "espectador" en El Margen. Los pocos miembros de la coa forman parte de un temperamento servil, idóneo para la lógica de la maximización de la ganancia por la empresa capitalista. Marazzi explica claramente la estupidez que significa desear volver al fordismo por medio de la reducción de la jornada de trabajo, con todo y "prestaciones" --el precio del alma, según Benjamín Coriat--, la idea economicista en las nostalgias de Francisco Hernández Juárez por la "vida digna", orientada a la producción para un mercado en equilibrio, ¡juar!


La contradicción eir-coa se expresa en la siguiente frase de El Capital, de Karl Marx (capítulo XXIII):


"La soprepoblación relativa, pues, es el trasfondo sobre el que se mueve la ley de la oferta y la demanda de trabajo. Comprime el campo de acción de esta ley dentro de los límites que convienen de manera absoluta al ansia de explotación y el afán de poder del capital (p-795, Siglo XXI editores)".


Siempre fue función del eir --después de que el capital se apropió del espacio de la producción con maquinaria y gran industria-- abaratar los salarios o evitar súbitas alzas en ellos debido a la fortuita escasez de fuerza de trabajo frente a la demanda capitalista. En ese sentido es que el mismo Marx coloca comillas sobre la palabra improductiva cuando se refiere al eir.


A diferencia de Negri, que imagina la multitud como un conglomerado de caminos infinitos que se cruzan en algún punto unos con otros, Marx coloca la contradicción en el interior del cuerpo proletario. Mientras que para el primero el eir está integrado en la multitud con funciones biopolíticas (generador de energía afectiva e informativa); para Marazzi representa una multitud servil, dedicada al trabajo con la lengua (la palabra) cuyos servicios no se intercambian por capital sino por rédito; y para Marx, un sector cuya función reproductiva en el sistema capitalista consiste en flexibilizar para abaratar la fuerza de trabajo.


2.- Fallo, Derrumbe y Acción Anti-Capitalista. El Margen.
Ayer, muy de mañana, los siete magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) resolvieron, por unanimidad, otorgar validez a la elección presidencial del pasado 2 de julio y, con ello, no sólo reconocer en la figura de Felipe Calderón al nuevo jefe –electo- del Poder Ejecutivo Federal sino, también, dictar conclusión formal al prolongadísimo episodio electivo. Durante diez meses, casi, fuimos testigos de una conflagración alucinante, ya marcada por el escándalo, ya por el engaño, a veces por el chantaje, el gimoteo, la defenestración, el desplante, la bravuconería, etc., pero caracterizada, sobre todo, por la inconmensurable capacidad farsita del dinero.

De un lado y tras el manto de la creencia popular (cristiana) de alcanzar la solución a los problemas terrenos sólo por cuenta de la intervención de un mesías, tocó el clarín de mando de una burocracia insaciable, tiránica y hecha a partir de la transacción o simplemente el ofrecimiento de prebendas futuras. Del otro, investida por el gazmoño atuendo de la tolerancia institucional y la norma democrática, rugió el sonoro cañón de la guerra civilizatoria y crepitaron los hornos de exterminio en masa.

Hay que decir que el diseño y hechura de ambas prendas corrió por cuenta de dineros públicos. Para la confección de una, la de los pobres velos, se echó manos de todas y cada una de las funciones administrativas del gobierno de la ciudad de México, de sus fondos impositivos, infraestructura física, así como de su inmensa influencia económica, política y cultural; se recurrió, complementariamente, a mecanismos especulativos por cuenta de la emisión de bonos de felicidad futura (el famoso bono “ya me vi”) y se tuvo la suerte, o la sabiduría, de colocar al frente del operativo a uno de los representantes más voraces de la burocracia estatal que, para llegar a serlo, tuvo que eliminar a dos de sus oponentes más conspicuos: Cauhtémo Cárdenas y Rosario Robles, pero, desde luego, con los usos y las costumbres del santo salvador. En contraste, para la manufactura del gazmoño atuendo sólo fue requerido el plus-valor generado por cientos de miles de trabajadores, la existencia de una eficiente red empresarial, la activa colaboración desde los altos mandos del Estado y, por supuesto, el aire de los tiempos que hoy corre en favor del capitalismo global.

Sea como haya sido, la cosa es que, con el veredicto del Tribunal, toda la gran estructura de poder –público- que el mesías habría utilizado con fines de purificación o salvamento, se vendrá necesariamente al suelo, y con el colapso del populismo conservador[1] deberán abrirse dos nuevas e importantes posibilidades. Por una parte, el corrimiento del calderonísmo hacia posiciones social-cristianas, lo que de ninguna manera excluye la imposición del programa civilizatorio, la modernización a sangre y fuego de las tierras del sur. Por la otra, el surgimiento de una izquierda Anti-capitalista de gran envergadura que, lejos de encuadrar en el viejo esquema del partido piramidal de la modernidad, deberá ajustar su acción a las normas de horizontalidad-auto-organizativas de la pos-modernidad.

Es en ante este nuevo escenario que El Margen Convoca a la próxima velada de cultura y arte Anicapitalista a celebrarse, tentativamente, los próximos días 15 y 16 de diciembre del años en curso. Nada ha sido hecho de antemano, todo está por hacer. Organicemos colectivamente el encuentro. Sólo con una condición: desde la Izquierda y sin reminiscencias mesiánicas, por favor. El Margen.

[1] Véase Bartra Roger, “Fango sobre la democracia”, en Letras Libres, Septiembre, 2006.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Of course I'm certainly
'anticuíco.' This is a certain
'controversy,' I still don't know, if I can fail to mention to you, & whose most alternative solutions you're meanwhile absolutely welcome to take up with me, please, so that I can more easily of course tell you & e.g. help
myself become a man, more attentive
to, whatever A Good Fate is.
Greet's, a.respectlife70@gmail.com.